El secreto de la tortuga que supera a la liebre
Cuando la tortuga ganó la carrera, en la fábula de Esopo, todos creyeron que su rival, la liebre, se había quedado dormida. O tal vez la tortuga se puso un caparazón de lo más eficiente, sin costuras, diseñado por la Nasa.
Esta sería en parte la explicación de la súbita irrupción, en la cúspide de la natación, del francés Alain Bernard, que hace apenas un año era un atleta de segunda fila pero ahora es de lejos el más rápido, habiendo batido tres récord mundiales en tres días en el Campeonato Europeo que se disputa en Eindhoven.
El caparazón ultramoderno sería el bañador Speedo LZR Racer, un traje especial, sin costuras, que introduce tecnología desarrollada para los transbordadores espaciales de la Nasa.
El viernes, Bernard marcó 47.60 segundos en las semifinales de los 100 metros libres, un récord, y al día siguiente recortó una décima, dejando la marca en 47.50. Los expertos se quedaron con la boca abierta. ¿Cómo era posible?
Algunos cínicos señalaron que Bernard habría ganado siete kilos de músculo en un año, y mencionaron la posibilidad de dopaje. El nadador italiano Filippo Magnini aludió a esto cuando dijo a los periodistas que el francés “ha encontrado las vitaminas justas para él”.
Al día siguiente, el domingo, Bernard, de 24 años, marcó 21.50 segundos en las semifinales de los 50 metros libres, un récord mundial que posiblemente mejore en la final, que se disputará hoy en Eindhoven.
Lo de las “vitaminas” queda por ahora en el terreno de los chismes, porque nada se ha comprobado. Lo del bañador, en cambio, está a la vista de todos.
La evolución del rendimiento de Bernard ha sido atribuida por su técnico, Denis Auguin, a un cambio de especialidad: dejó las pruebas de espalda de 200 y 400 metros para concentrarse en el estilo libre en distancias cortas.
Bernard es un atleta formidable, de 1.96m de altura, 87 kilos de peso y una envergadura de 2.05m. Auguin concentró el entrenamiento en la técnica, un punto particularmente importante en las distancias cortas.
Pero más importante aun, según los entendidos, es el bañador. Se trata de un traje con un costo de 800 dólares, desarrollado por Speedo en colaboración con la Nasa e introducido a mediados de febrero.
Desde entonces, los nadadores con el nuevo bañador han mejorado sus registros en forma notable, logrando nada menos que 11 nuevos récord.
Once plusmarcas mundiales, once Speedo LZR Racer. La coincidencia puede explicarse en parte porque los nuevos campeones son muy buenos, pero también lo son varios nadadores que han quedado en el camino.
Fina, el ente rector de la natación, aprobó el bañador el año pasado, pero ahora ha pedido a la fábrica que se presente a una reunión para tratar las quejas de atletas y técnicos, que lo consideran “un equipo técnico” que mejora el rendimiento en forma desleal y contra el reglamento.
Si todos tuvieran acceso al nuevo traje no habría problemas, pero muchos tienen contratos de exclusividad con otros fabricantes.
Jacco Verhaeren, el entrenador del holandés Pieter van den Hoogenband, poseedor del récord de 100 metros que Bernard batió el otro día (por casi un segundo, una diferencia abismal en la especialidad), expresó el parecer de muchos de sus colegas: “Así como hacemos pruebas y análisis para prevenir el dopaje y garantizar una competición leal, deberíamos hacer pruebas y análisis para garantizar que este traje no viole la ética deportiva”.
Y preguntamos: ¿cuál es el secreto de la tortuga, que le da tanta velocidad?
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La irrupción de la tecnología, sean cuales sean las circumstancias no sorprende, ya. Pistorius fue el primero que abrió el debate, aunque en una situación diferente. Ahora son los bañadores. Es difícil posicionarse en una posición clara porque acabas tocando otros conceptos. Pero comparar un traje con el dopaje es particularmente curioso. Doparse o no doparse es una cuestión de salud, de ética, pero tener un acuerdo comercial con una compañía no tiene ese mismo caliz de exclusividad justificada.
Y estamos hablando de nadadores profesionales, con gran capacidad de adquisición y patrocinadores y talvez subvenciones de sus países, por lo que el dinero del traje tampoco debería ser una cuestión determinante. Aún así, me cuesta posicionarme en un punto concret en esta disyuntiva.
Saludos a todos y a Lalo
¿Como una actividad puede considerarse deporte si existen para algunos aspectos tecnologicos que favorecen el desarrollo de la misma en comparacion con otros competidores?
¿Un resultado puede tomarse como record si no fue alcanzada por condiciones fisicas propias sino por una ventaja tecnologica?
Veo mucha similitud con la F1. ¿como puedo decir que un piloto es mejor o peor que tal si no conducen el mismo tipo de coche? Asi no es deporte
Usan a los deportistas como vitrinas de propuctos ultramodernos, pero al ser para pocos, no tiene valor.
Creo que ese uso de tecnologia para unos pocos es como estar dopado sin consumir esteroides
Hay que darle valor etico y humano al deporte.
Increible... cuando leí que para, no se, el 2.028, no habría más records o que se tenía que mejorar la exactitud en las que se miden los records, creí que las cosas estarían muy tranquilas (en realidad, aburridas)... pero al parecer tendremos de que discutir hasta esa época... y quizás un poco más...
El lema olimpico es "Citius, Altius, Fortius". Si aplicamos la tecnologia para ayudar a algunos cuantos, los atletas que cuentan con un mejor rendimiento fisico y que por diversos motivos no cuenten con la tecnologia pueden quedar relegados.
Sobre los bañadores, éstos podrían llegar a tener que reglamentarse al igual que las jabalinas o de los discos de lanzamiento en el atletismo; en caso contrio, tendríamos que buscar la traduccion de tecnologia en latin y sumarla al lema.
Saludos Lalo!!
Creo que equiparar tecnología con dopaje es como un tanto desproporcionado.
De igual forma equiparar el tema de F1 y el de trajes de baños.
Acá el tema es "contratos de exclusividad" en implementos deportivos, más aún en los que realmente generan una ventaja competitiva, dado que siempre ha habido implementos específicos para determinados deportistas en muchas disciplinas.
Siempre habrá cambios, el tema es que las intituciones deportivas se han dejado quitar espacios de decisión por las compañias de implementos deportivos.
Al final es solo cuestión de tener metas claras, y por cierto que las compañias de implementos las tienen.
Yo creo que esta claro que la objecion de los tecnicos y nadadores que no pueden beneficiarse con ese traje milagroso es legitima. El tejido del Speedo tiene una relacion casi magica con el agua, que le resbala mucho mas que el agua al pato. Esa tecnologia tendria que estar disponible para todas las marcas de banadores, o de lo contrario significa una ventaja desleal y poor consiguiente contrario al espiritu de la ley, si no a la letra.
Todo es relativo. En todos (absolutamente todos) los deportes con tinte profesional, interviene la tecnología como elemento fundamental para alcanzar mejores logros, marcas o éxitos. No existe deporte alguno que la tecnología no haya tocado con sus tentáculos...tenis (raquetas), atletismo (zapatos), Natación (trajes), golf (pelotas y palos), etc. Revisen esto y se darán cuenta. Al final del día manifiesto mi acuerdo con los nuevos records...en fin, el rompimiento de records pareciera hacernos ver avances en los deportes. Saludos a todos por sus excelentes comentarios.
La exclusividad es una firma estampada por parte del atleta o federaciones en su caso, generalmente por dinero. Si la marca con la que firmaste no te provee el equipo/tecnología para competir rompes el contrato y te vas con el que tiene la mejor tecnología o obligas a tu patrocinador a proveer la misma tecnología. Yo en lo personal no veo ninguna deslealtad en usar un traje de alta tecnología.
La exclusividad es una firma estampada por parte del atleta o federaciones en su caso, generalmente por dinero. Si la marca con la que firmaste no te provee el equipo/tecnología para competir rompes el contrato y te vas con el que tiene la mejor tecnología o obligas a tu patrocinador a proveer la misma tecnología. Yo en lo personal no veo ninguna deslealtad en usar un traje de alta tecnología. Si los demás no pueden usar un traje speedo por cuestiones extradeportivas no me parece que sea competencia desleal.
No le veo nada de desleal al hecho de utilizar el mejor traje de baño disponible. Si el nadador A tiene el patrocinio de la marca X de trajes de baño, y el nadador B lo tiene con la marca Y, y A le gana a B porque su traje lo ayuda, B puede hacer una de dos cosas: o se asocia a la marca X, o le exige a la marca Y que mejore su producto. Porque vamos a estar claros, el traje podrá repeler el agua todo lo que tú quieras, pero si el nadador no tiene calidad, no hay traje que valga. Saludos