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ÃÛÑ¿´«Ã½ World Service | Las reglas del juego | Responsabilidad
 
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  Alcance global, Hilary Hazzard
  Respeto a las culturas, Adrián Fernández
  Las imágenes, Phil Coomes
  Un lenguaje preciso, Fouad Razek
  La violencia sexual, Tin Htar Swe
  Imitación de la violencia, Robin White
  Palabras que hieren, Ana Lucía González
  El humor, Miguel Molina
  Un mundo sin horarios
  Pagos por entrevistas
  Periodismo y drogas
 
Un mundo sin horarios


Un mundo sin horarios

Las restricciones de horario de transmisión para programación matinal, vespertina y nocturna --teniendo en cuenta la audiencia infantil- son aplicables y controlables en emisiones de televisión o radio en un país o región.

No obstante, en transmisiones internacionales y páginas de internet se hace necesario una interpretación más flexible de las restricciones, pues los horarios pierden sentido cuando se llega al mundo siete días a la semana y 24 horas al día.

Todos los servicios globales de la ÃÛÑ¿´«Ã½ deben tener en cuenta los lineamientos editoriales sobre utilización de contenido violento, sexual o de sufrimiento trágico de las personas.

Debemos impedir que nuestros programas o artículos ofendan a sectores del público por el uso inconsciente o gratuito de ese tipo de contenidos, o por simple ignorancia de las sensibilidades de las diferentes audiencias.

Lo que es aceptable en un país puede resultar intolerable en otro por razones culturales, religiosas, económicas, históricas, etc.

Como norma general, para sortear esa situación cuando nos comunicamos con un público global, hay que evitar que la audiencia se sienta que los tomamos de sorpresa con algo abiertamente inesperado.

Siempre que un programa o artículo incluya material que pueda resultar ofensivo hay que recurrir a claros anuncios y advertencias que preparen al espectador, oyente o lector para lo que viene a continuación.

Esos anuncios o advertencias deben ser claros y basarse estrictamente en los hechos representados. Nunca deben presentarse como una invitación a apagar el televisor o la radio, o a cambiar de canal o pasar a otro sitio de la internet.

La ÃÛÑ¿´«Ã½ tiene la responsabilidad de asegurarse de que el público cuente con toda la información necesaria para juzgar si los contenidos de un programa o artículo se corresponden con lo que quieren ver, oír o leer, o si son adecuados para los niños.

 
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