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Periodismo y drogas

Periodismo y drogas

El uso de drogas ilegales y el narcotráfico se han convertido en unas de las actividades delictivas que más cobertura periodística atraen, por el efecto que tienen a nivel nacional e internacional.

De igual forma, debido a las enormes cantidades de dinero que mueve y estatus que le asignan algunos sectores de la sociedad, el mundo de las drogas puede ser glorificado inadvertidamente.

La ÃÛÑ¿´«Ã½ prohíbe expresamente a sus periodistas y productores hacer apología de cualquier actividad delictiva; sin embargo, la actitud hacia el uso de drogas ilegales varía mucho de país a país y de sociedad a sociedad.

En ese marco, como medio informativo internacional de radio, televisión e internet, la ÃÛÑ¿´«Ã½ recomienda que se tenga en cuenta la protección de los menores de edad involucrados, el anonimato de los usuarios y la forma en la que se muestra el mundo de la droga.

Al tratar el tema, probablemente sea necesario explicar el contexto legal y social específico para que el público pueda tener una comprensión total a lo largo de la cobertura.

Al igual que con todos los temas periodísticos, con las drogas también hay que informar de manera que el público no sólo obtenga los detalles de los acontecimientos, sino que comprenda el debate en torno al tema para que se puedan formar su propio punto de vista al respecto.

Los periodistas y productores de la ÃÛÑ¿´«Ã½ deben tener presente que presenciar actos de consumo o venta de drogas ilegales los convierte en testigos –e incluso cómplices- de un delito.

Esta situación puede plantear dudas sobre la relación del profesional de los medios y la delincuencia, por lo cual debe consultarse primero con el jefe de información correspondiente y con los abogados de la organización.

En estos casos, el periodista no debe "encargar", agravar o alentar un delito; si presencia una actividad ilegal, no debe participar de ella; si ofrece confidencialidad a sus fuentes, debe protegerla; y su labor no debe obstruir a la justicia.

Además, en casos de crímenes graves debe cooperar con las autoridades, aunque no está legalmente obligado a hacerlo; y debe consultar con los abogados de la ÃÛÑ¿´«Ã½ sobre el uso de todo material periodístico que pueda afectar el resultado de un proceso penal.

 
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