La falta de liderazgo no es un misterio insondable
A Steve McClaren, el entrenador de Inglaterra, se le hace un nudo en la garganta y deja plantados a los periodistas, espetándoles “escriban lo que quieran”, como diciendo “total, siempre será basura”. Luis Aragonés, el entrenador de España, les grita a los periodistas que “no les dejará mentir”.
Inglaterra había empatado sin goles ante Israel y luego ganado 3 a 0 a Andorra, jugando muy mal; España jugó mal al superar 2 a 1 a Dinamarca, dejando mejor impresión en el . ¿Es para tanto? Pues sí.
Los dos entrenadores se creen víctimas de una conspiración. No les falta razón, porque en muchos casos los periodistas, en vez de analizar, se limitan a expresar la opinión mayoritaria de sus lectores u oyentes.
En la era de la televisión, como explicaba recientemente el escritor y juez argentino Héctor Tizón, se sacraliza la reacción popular: basta que haya una protesta para que se le dé crédito, sin considerar sus méritos, con lo que la justicia se convierte en venganza.
Regresé a Miami desde Ecuador con varias historias por contar en mi equipaje pero hay una en particular, por lo repetitivo del asunto, que me parece necesario abordar. 

"El sombrero es muy barato, por eso toda la gente sale de nuestro país. Se van a migrar. Van a Estados Unidos. Van a España. Y la desesperación de nosotros fue fundar esto por los que se quedan". 
Suele aparecer en esos correos por internet dedicados a las curiosidades de este mundo o en los programas de preguntas y respuestas de la televisión: ¿Cuál es el origen del sombrero de Panamá?


Cuando Ana Lucía González, mi editora en Londres, envió un correo a los columnistas y bloggers de ѿý Mundo recordándonos que el 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, supe que estaba en problemas. 
